Si tienes en cuenta las siguientes indicaciones, tu flauta siempre estará dispuesta a ofrecerte su mejor sonido:
- Cuando termines de tocar la flauta, seca suavemente la humedad de su interior con el limpiador adecuado o con un pañito. Ten cuidado de no dañar las partes más delicadas, como el bisel, pues podría desafinarse la flauta y quedar inservible.
- Si tu flauta se desmonta, conviene tener bien lubricadas las juntas de unión con un poquito de vaselina para que sea más fácil y seguro montarla y desmontarla.