CRONOLOGIA

Debido a la presencia de la Flauta Dulce en prácticamente todos los periodos cronológicos de la Historia de la Música, se consideramos importante destacar algunos momentos en esta cronología:

• Varios milenios A.C.: restos prehistóricos de Flauta Dulce.

• 1er milenio A.C.: evidencias iconográficas, cerámicas y textos del Antiguo Testamento y de la Antigua Grecia que hacen referencia al uso de la Flauta Dulce.

• Baja Edad Media (ss. XI a XIV): pinturas, ejemplares de Flauta Dulce, obras musicales y textos extraídos de obras literarias y tratados de Música.

• Renacimiento (ss. XV-XVI): aparición de los primeros métodos para tocar instrumentos musicales (Ganassi, S. (1535). La Fontegara. Venecia). La imprenta facilita la edición de tratados y partituras, especialmente de música para conjuntos.

• Barroco (s. XVII y 1ª mitad del XVIII): la Flauta Dulce como instrumento solista virtuoso alcanza gran popularidad, y se encuentra en obras de los más célebres autores de esta época, como J. S. Bach, G. F. Haendel o A. Vivaldi.

• Clasicismo y Romanticismo (2ª mitad del s. XVIII y s. XIX): la Flauta Dulce cae en el olvido y cesan las publicaciones de obras y métodos. Sobreviven únicamente algunas variantes folklóricas de Flauta Dulce y ejemplares históricos en colecciones privadas.

• En la primera mitad del s. XX resurge la Flauta Dulce como un instrumento para interpretar “música antigua”, con lo que se rescatan del olvido antiguos tratados y partituras. Se escriben nuevas obras para Flauta Dulce con procedimientos compositivos más actuales y se introduce en las escuelas como instrumento educativo. Aparecen una gran cantidad de antologías musicales y métodos para Flauta Dulce, especialmente en Alemania, ya que forma parte del instrumentarium Orff.

• En la segunda mitad del s. XX, se expande su uso y fabricación en muchísimos países occidentales. Aparecen métodos adaptados a realidades culturales específicas que siguen distintas metodologías didáctico-musicales. Es el momento de mayor auge del instrumento en las escuelas, y, por tanto, su presencia se generalizará en los planes de formación del profesorado. Muchos compositores de esta época (como L. Berio, E.Varèse, H. U. Staeps, H. Poser, C. Bresgen, R. du Bois, A. Cooke o H. M. Linde), se interesan por la Flauta Dulce y escriben multitud de nuevas obras mediante técnicas compositivas vanguardistas, así como métodos altamente especializados para profundizar en el estudio del instrumento en los conservatorios, donde se instaura. También encontramos propuestas para Flauta Dulce en las llamadas “nuevas tecnologías” de fin de siglo.

La intención en un marco cronólogico tan amplio ha sido aprovechar la influencia benéfica que pueda ejercer en el profesorado del presente el conocimiento de los esfuerzos que han realizado sus predecesores. Fruto de esa herencia es que pueda ser ampliada y completada por los futuros investigadores del s. XXI.